Reventado: 5 mitos sobre la conducción en estado de ebriedad que no engañan a la ley
Una cantidad asombrosa de personas son víctimas de conducir en estado de ebriedad todos los años; sin embargo, algunos todavía creen que si su conducción "extremadamente cautelosa" no puede evitar que se metan en problemas, engañar al sistema evitará que los atrapen.
Puede que no le sorprenda saber que la prueba del nivel de alcohol de una persona es más sofisticada de lo que algunos esperan. A continuación se enumeran cinco de los mitos más comunes que las personas pueden asociar con engañar a las autoridades pertinentes.
1) Rechazar una prueba evitará que lo arresten
Aún puede ser arrestado por un delito de DUI o DWI, incluso si se niega a hacerse una prueba de alcoholemia. Esto depende simplemente de la discreción de los oficiales asistentes.
2) Una ducha fría puede "recuperar la sobriedad"
A menudo, las personas que han bebido mucho la noche anterior creen que una ducha fría les ayudará a "recuperar la sobriedad" y evitará que los descubran por un delito de DUI o DWI en Minnesota. Como sea, esto está lejos del caso. El alcohol aún puede permanecer en su torrente sanguíneo durante varias horas - dependiendo del número de unidades que hayas consumido.
3) Las mentas o el chicle pueden ocultar el consumo de alcohol.
Ciertamente es cierto que masticar chicle, mentas o usar enjuague bucal puede ayudar a disimular el hedor a alcohol del aliento de una persona, pero no tiene ningún efecto sobre los alcoholímetros que usa la policía. De hecho, el olor a aliento fresco a menudo puede indicar que un conductor puede intentar reducir intencionalmente el efecto del alcohol en su sistema, lo que los mete en más problemas de los que ya está.
4) Chupar un centavo puede anular una prueba de alcoholemia
Este mito en particular se basa en una leyenda urbana que sugiere que chupar cobre niega la validez de una prueba de alcoholemia. Esto, sin embargo, no tiene nada de cierto. De hecho, los centavos están hechos de zinc, ¡y no de cobre!
5) Se le pedirá que repita el alfabeto (al revés)
Hay una serie de pruebas de sobriedad que las fuerzas del orden pueden aprovechar al juzgar la idoneidad de una persona para conducir. Entre ellos se encuentran verificar si las personas necesitan usar los brazos para mantener el equilibrio, seguir un objeto con los ojos, pararse sobre una pierna y recitar el alfabeto (¡adelante!).