Las consecuencias pueden incluir cárcel o prisión, multas, libertad condicional, restitución, pérdida de ciertos derechos y antecedentes penales duraderos que pueden afectar el empleo, la vivienda y otras oportunidades.
Retirar una declaración de culpabilidad es posible, pero desafiante, y normalmente requiere demostrar una razón válida, como la asistencia ineficaz de un abogado o la coerción.
Si bien tiene derecho a la autorrepresentación, se desaconseja encarecidamente hacerlo debido a las complejidades del sistema legal y la posibilidad de consecuencias graves.
La fiscalía debe probar la culpabilidad más allá de toda duda razonable, lo que significa que las pruebas deben ser tan sólidas que no haya otra explicación razonable que la culpabilidad del acusado.
Las etapas típicas incluyen investigación, arresto, acusación, lectura de cargos, mociones previas al juicio, negociaciones de declaración de culpabilidad, juicio, sentencia y apelación.